24 abril, 2005

Esta idea

Esta idea expresada en palabras sublimes ha sido enseñada, en diversas formas, por todos los grandes Instructores, en todos los países y en todos los tiempos: El Yo de cada uno y el Gran Yo universal, son sólo uno.

Vosotros que lloráis

Vosotros que lloráis, vosotros que sufrís, vosotros que tembláis, sin atreveros a prever el término de vuestros males, el fin de vuestras penas, mirad: No hay noche sin aurora, y el alba se prepara cuando la sombra se espesa; no hay niebla que el sol no disipe, ni nube que no dore; no hay llanto que él no seque, un día, ni tempestad tras la cual no resplandezca su arco triunfal, ni nieve que no funda, ni invierno que no trueque en primavera radiante.

Para llegar a esa consagración

Para llegar a esa consagración completa, todos los medios son buenos, todos los métodos, valiosos. Lo único absolutamente indispensable es la perseverancia en la voluntad de alcanzar esa meta. Porque, entonces, todos los estudios que se hagan, todos los actos que se realicen, todos los seres humanos que se encuentren vendrán a traer una indicación, una ayuda, una luz que ha de guiar por el camino.

Citas sueltas: No toméis mis palabras

"No toméis mis palabras como una enseñanza. Siempre son una fuerza en acción, pronunciadas con un propósito definido, y pierden su poder verdadero cuando se separan de ese propósito."

La Madre

Porque la Divinidad interior

Porque la Divinidad interior jamás se impone, nada reclama, no amenaza; se ofrece, se da, se esconde, se olvida a sí misma en el seno de los seres y de las cosas; no censura ni juzga, no maldice ni condena, mas está sin cesar trabajando para perfeccionar sin apremio, corregir sin reproches, estimular sin impaciencia, para enriquecer a cada uno con cuantos tesoros pueda recibir.